Emailing
8 buenas prácticas de automatización del email marketing para ponerte en marcha
La automatización del email puede parecer desalentadora al principio, pero con una comprensión clara de nuestras recomendaciones y algunos ejemplos prácticos, puedes aprovechar su poder para potenciar fácilmente tus esfuerzos de email marketing.

Así que has decidido sumergirte en el mundo de la automatización del email marketing: ¡Genial! Estás a punto de embarcarte en un viaje que puede ahorrarte tiempo, multiplicar tus resultados y aumentar tus conversiones, con poco esfuerzo. Eso sí, antes de embarcarte en este viaje asegurémonos de que tienes el mapa correcto para guiarte durante el camino.
Con ese fin nos hemos puesto manos a la obra y hemos elaborado una lista de las mejores prácticas que debes tener en cuenta al crear tus flujos de trabajo de automatización de emails.
Tabla de contenidos
1. Empieza con un objetivo claro
Antes de pensar siquiera en crear tu primer flujo de trabajo automatizado, pregúntate: ¿Qué quiero conseguir? Esto se debe a que los distintos flujos de trabajo tienen objetivos diferentes. Algunos de los más comunes son dar la bienvenida a nuevos suscriptores, fidelizar clientes potenciales o volver a captar clientes inactivos.
Sea cual sea, tener un objetivo claro que se alinee con tu estrategia de marketing y tus newsletters dirigirá tu flujo de trabajo de automatización en la dirección correcta.
Por ejemplo, si eres una librería online, tu objetivo podría ser aumentar el número de clientes que vuelven y repiten una compra contigo. Entonces, tu automatización de correo electrónico podría centrarse en enviar recomendaciones de libros basadas en compras anteriores. Como ves, este flujo de trabajo se alinea perfectamente con tus objetivos generales de email marketing.
Consejo profesional: Define objetivos SMART (Específicos, Mensurables, Alcanzables, Relevantes y Limitados en el tiempo) para hacer que tus campañas estén centradas y sean eficaces.
Tener unos objetivos claros también te ayuda a determinar qué métricas monitorizar. Si tu objetivo es la captación de clientes potenciales, puedes dar prioridad a las tasas de apertura y de clics. Si tu objetivo es la conversión, entonces deberías fijarte en los ingresos por email o en la tasa de conversión.
2. Traza tu flujo de trabajo
Piensa en tu automatización de emails como en un viaje. ¿Dónde empieza? ¿Hacia dónde conduce? Esboza los pasos que seguirán tus suscriptores, desde el disparador inicial hasta el correo electrónico final. Sin una hoja de ruta es fácil perderse o crear comunicaciones inconexas que confundan en lugar de lograr conversiones.
Aquí tienes un ejemplo de flujo de trabajo para la suscripción a una newsletter:
El suscriptor se suscribe a tu newsletter.
Se envía un email de bienvenida instantáneo.
Dos días después: Un correo lleno de valor en el que presentas tu blog o tus principales recursos.
Una semana después: Ofrece un descuento especial para incentivar la primera compra.
Sigue enviando contenido valioso en tu newsletter.
Puedes utilizar herramientas como Lucidchart, Figma o incluso un Google Doc para trazar visualmente tus flujos de trabajo. Esto te ayudará a garantizar que cada acción que realice tu usuario tenga una respuesta lógica. Además, la mayoría de las plataformas de email marketing (como Mailjet) ofrecen un editor de automatizaciones de emails fácil de usar, lo que facilita la adaptación de los flujos de trabajo a las necesidades de tu audiencia.
Mailjet también cuenta con una función de automatización sencilla y fácil de usar, integrada en la plataforma.
3. Segmenta tu audiencia
La segmentación te permite dejar de tratar a toda tu lista como una única masa amorfa. No todos deberían recibir el mismo mensaje al mismo tiempo. Agrupando a los suscriptores en función de su comportamiento, datos demográficos, intereses o etapa en el ciclo de vida, puedes enviar emails que parezcan hechos a mano para cada uno.
Un dato curioso: Según la Data & Marketing Association (DMA), las campañas de email segmentadas producen un aumento de los ingresos de un 760 %.
Aquí tienes algunos ejemplos de cómo podrías segmentar a los suscriptores en diferentes flujos de trabajo:
Por nivel de interacción: Usuarios activos frente a usuarios inactivos.
Por historial de compra: Compradores únicos frente a clientes fieles.
Por intereses: Ropa de fitness frente a ropa de yoga.
Por ubicación: Ofertas estacionales basadas en la ubicación geográfica.
También puedes probar a combinar disparadores conductuales con segmentación. Por ejemplo, si un usuario hace clic en un blog de recetas veganas, envíale una serie de seguimiento con productos de origen vegetal (no cárnicos). Descubrirás que tu contenido resuena mucho más con tu audiencia si haces estos pequeños ajustes en tus flujos de trabajo.

Filtra tu lista de contactos en segmentos en función de los datos del suscriptor, como ubicación, edad, idioma, etc.
4. Personaliza, pero no te pases
Atrás quedaron los días en que "Hola, [Nombre]" era la cima de la personalización del email. Hoy, los suscriptores esperan experiencias más inteligentes y personalizadas. Utiliza datos de su comportamiento para recomendar contenidos o productos basados en lo que les ha interesado. Eso sí, recuerda que hay una delgada línea entre lo útil y lo invasivo.
De hecho, en una encuesta realizada para nuestro informe Hábitos de uso del email en 2024, el 80,8 % de los consumidores califican el contenido personalizado según sus intereses como muy o algo importante a la hora de decidir si abren un correo.
Ese "contenido personalizado" puede consistir en ofertas basadas en datos demográficos, productos recomendados basados en compras anteriores, artículos o vídeos relevantes basados en su comportamiento en la página web, etc.
